30 - Enero - 2012
La reunión número 42 del Foro Económico Mundial, en Davos, se enfocó fundamentalmente en tres asuntos: crisis global, futuro del sistema capitalista y análisis de nuevos modelos económicos.
La temática se encuadra en una preocupación extendida, no sólo entre líderes políticos y empresariales, sino también entre la población en general: que los problemas, los retos y los rápidos cambios que enfrenta el mundo, están rebasando la capacidad de gobiernos, instituciones internacionales, agentes económicos y las personas, para prever sus efectos, adaptarse a ellos o, mejor aún, tomar el control y encauzarlos hacia un desarrollo sustentable y prosperidad compartida.
Como se reconoció en el Foro, hay un malestar creciente entre la población mundial y esto debe ser un llamado a la reflexión y la acción. Existe confusión y desánimo ante la lentitud, indecisión y bandazos en las políticas y reacciones de las autoridades nacionales e internacionales; por las visiones encontradas, la imposibilidad de conciliar y llegar a acuerdos, y debido a la falta de congruencia entre la retórica y los hechos.
La incertidumbre va más allá del corto plazo y de la volatilidad en los mercados financieros; se percibe una falta de rumbo y de sentido: de hacia dónde va la economía global, y la de muchas regiones y países en particular, y hacia dónde deberíamos orientarla.
Lo señaló puntualmente el fundador y presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab: "El capitalismo, en su forma actual, ya no se ajusta al mundo que nos rodea. Hemos fallado en aprender las lecciones de la crisis financiera del 2009. Se necesita urgentemente una transformación global, y ésta debe empezar por restituir un sentido global de responsabilidad social".
Se insistió en que el capitalismo tiene que servir mejor a la sociedad. Líderes empresariales, bancarios, sindicales y académicos coincidieron en que no está cumpliendo con ese objetivo, por el aumento de la desigualdad de ingresos y el alto desempleo, especialmente entre los jóvenes: más de 200 millones que no encuentran empleo.
En el corto plazo, no hay indicios de que esta situación pueda cambiar de manera significativa, con un pronóstico de crecimiento en el 2012 de 3.3% para el mundo y 1.2% en los países desarrollados, y 3.5% en México. Esto, en un escenario optimista: si se intensifica la crisis europea, el mundo podría entrar nuevamente en una recesión.
La semana pasada, la FED anunció su intención de mantener las tasas de interés de corto plazo en niveles cercanos al cero, cuando menos hasta finales del 2014. Esto refleja su convicción de que la recuperación de la crisis aún es frágil y lenta; que tomará como mínimo tres años más.
El Foro de Davos concluyó, como los anteriores, con propuestas importantes y la reiteración del interés y disposición de los líderes del mundo en favor de una transformación de fondo. Sin embargo, siguen pendientes los compromisos concretos y los cambios correspondientes. Con la presidencia y sede del G20 este año, el potencial de México para hacer contribuciones trascendentes en este sentido, es real.
Si nos lo proponemos, podemos hacer la diferencia: pasar de la buena disposición a la cooperación internacional efectiva; impulsar acuerdos y compromisos que generen confianza y respuestas estructurales a las nuevas realidades y retos globales.
La cumbre de Los Cabos, del 18 al 19 de junio, y el encuentro del Business 20, en el que Coparmex participa dentro del Comité Organizador, son una oportunidad irrepetible para nuestro país. Para los empresarios mexicanos, es ocasión de participar en la discusión sobre las tendencias y las políticas públicas globales al más alto nivel, en interacción con mujeres y hombres de empresa de 19 países, más la Unión Europea.
Los líderes empresariales concentraremos las discusiones alrededor de temas como crecimiento verde, anticorrupción, tecnologías de la información, comunicación e innovación, seguridad alimentaria, inversión y comercio, empleo y dimensión social.
Serán fundamentales los trabajos de revisión y seguimiento de los múltiples acuerdos que se han tomado en las cumbres anteriores. Aquí radica gran parte del aporte que puede hacerse en Los Cabos: identificar lo que se ha llevado a la práctica, medir los resultados y determinar las acciones procedentes.
Coadyuvaremos a sacar adelante la agenda de prioridades propuesta por el gobierno mexicano, orientada a la estabilización económica.
Ningún país puede aislarse de lo que pasa en el mundo, para bien o para mal. Mucho menos, nuestro querido México. Está en nuestro interés y deber incidir en ello.
Invitamos a toda la comunidad Coparmex a participar en este esfuerzo. Las puertas están abiertas, para escuchar sus inquietudes y propuestas, de forma que se integren en esta dinámica.
Asumamos el desafío. México puede y debe propiciar la responsabilidad, visión y liderazgo que hacen falta. Para ello, tenemos que predicar con el ejemplo, y asegurarnos de que estas reuniones sean verdaderamente productivas.
En congruencia con nuestros principios y valores, Coparmex hace suyo el llamado que se hizo en Davos de centrar al capitalismo en el beneficio de la persona humana y la sociedad. Esta es una tarea urgente, que está totalmente en línea con lo que hacemos y buscamos en nuestra organización.
Lic. Gerardo Gutiérrez Candiani
Presidente nacional de Coparmex
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