Lic. Gerardo
Gutiérrez Candiani
La competencia china
21 - Noviembre - 2011
El próximo 11 de diciembre vence el Acuerdo Comercial
de Transición en materia de Cuotas Compensatorias que México firmó con la
República Popular China en el 2008, el cual amparaba 204 fracciones
arancelarias, que comprenden mercancías de sectores como el textil, del
vestido, calzado y juguetes. Con ello, las importaciones chinas en estos rubros
podrán entrar al mercado mexicano sin tener que pagar una tasa adicional sobre
el valor en aduana.
A partir del 12 de diciembre, 14 sectores industriales
enfrentarán una competencia aún mayor de fabricantes chinos.
El acuerdo se hizo para que nuestra industria tuviera
más tiempo para prepararse, lo cual se ha venido haciendo en los últimos 10
años, dentro del marco de lo posible. El Gobierno Federal ha mantenido un
diálogo constante con los sectores involucrados y los organismos empresariales.
Se contempla un posible aumento del arancel general de
importación, considerando el límite establecido por la OMC, además de otros
tipos de medidas precautorias y de regulación o restricción, como es el caso de
las salvaguardias. Se nos ha asegurado que habrá protección a sectores
sensibles ante evidencias de prácticas comerciales desleales, y que se actuará
con decisión y firmeza, es un compromiso que esperamos se cumpla.
Los empresarios tenemos que estar atentos y unidos;
competir limpiamente, con productividad y calidad, exigiendo lo mismo de
nuestros competidores y que nuestras autoridades se aseguren de ello: que haya
equidad real y cumplimiento de la ley.
Coparmex siempre ha sido un promotor de la libre
competencia nacional e internacional. Además, afirmamos que los acuerdos
internacionales tienen que cumplirse. Es nuestra palabra como nación lo que
está de por medio.
Sin embargo, tenemos que garantizar que nuestras
contrapartes hagan lo propio y hacer todo lo que sea necesario, en las empresas
y en la parte que le toca a nuestros gobernantes y legisladores, para que podamos
competir sin desventaja; para que la competencia abierta sea un factor de
desarrollo, y no de pérdida de empresas y de empleos.
Desde hace algunos meses, se anunció un mecanismo
denominado "precio de alerta", que operará en las aduanas para
detectar subvaluaciones en las importaciones. Las autoridades nos han pedido
que actuemos coordinadamente con ellas, para que recabemos información y, en su
caso, integremos los expedientes de afectación y las denuncias
correspondientes.
Tomémosle la palabra a las autoridades, con
proactividad. La clave es anticiparse. Coparmex está comprometida a coadyuvar
en este sentido. Ninguno de nuestros socios estará solo. Estamos a sus órdenes,
a través de nuestra red de 65 centros empresariales, para canalizar sus inquietudes
a las instancias pertinentes.
Esa es la función primordial de Coparmex: defender los
legítimos intereses de nuestros socios y las empresas de México, impulsando la
prosperidad de todos los mexicanos.
Bajo este mismo principio, pedimos medidas efectivas
para combatir el contrabando y la proliferación de productos pirata, que cada
vez dañan más a nuestra economía. Se estima que las marcas falsas que ingresan
a México implican pérdidas de hasta 40% de las ventas de los productores
originales, que invierten en innovación y desarrollo, generan empleos formales
y pagan impuestos.
Se necesita un mayor compromiso del SAT y nuestras
aduanas y un esquema eficaz para detectar prácticas de dumping. Hay que
consolidar una supervisión adecuada de los importadores, apegada a derecho y
que no perjudique a quienes operan con honestidad y competitividad. Ellos son
empresarios, que generan empleo y riqueza para el país.
Coparmex no dejará de insistir en que se haga efectivo
el lema de "Una sola economía, todos dentro de la ley", nacionales y
extranjeros.
Como señalamos la semana pasada, nuestro Gobierno debe
aprovechar la oportunidad de asumir un liderazgo que impulse cambios en la
economía internacional, en el marco de su papel como coordinador del G20. Hay
que promover un comercio internacional creciente y justo, lo que implica
destrabar las negociaciones de la ronda de Doha y lograr compromisos para
erradicar prácticas de subvaluación del tipo de cambio y subsidios
inequitativos, como los que usan China y otras naciones.
Muchos productos chinos llegan a México con precios
muy por abajo porque eluden el pago de obligaciones arancelarias, pero también
por una calidad inferior, porque en el proceso de su fabricación no
necesariamente se respetan derechos laborales o debido a que provienen de su
economía informal, que es la más grande del mundo.
Es fundamental trabajar sobre las desventajas
comparativas de la economía mexicana, que están más allá de lo que nuestras
empresas pueden hacer individualmente para ser más competitivas.
Competimos en desventaja porque tenemos una
legislación laboral desconectada de la realidad actual; porque pasan los años y no se hace una
reforma hacendaria de fondo; por escases de financiamiento y porque pagamos más
por muchos insumos y servicios; porque no hemos dado los pasos necesarios para
que la educación garantice un desarrollo sólido y de largo plazo, como si lo
están haciendo los chinos.
La competitividad es el mejor blindaje posible. No
sólo contra los productos chinos que llegan a México masivamente, sino también
para que nosotros le vendamos más a China, con quien tenemos un déficit de
balanza comercial que ya supera los 33 mil millones de dólares anuales.
Es necesario demandar una mayor reciprocidad por parte
de China, para que no se frene a nuestros exportadores con barreras no
arancelarias. Esto va en línea con la necesidad de diversificar nuestras
exportaciones, ante la desaceleración que se presenta en los principales
destinos comerciales que tenemos.
Contamos con 12 tratados comerciales que nos dan
acceso preferencial a 44 países, y no se han aprovechado lo suficiente; la
oportunidad de llevar a un nivel superior la integración productiva y
estratégica del TLCAN, que los países miembros necesitamos. El costo laboral y
de la subvaluación monetaria en China siguen incrementándose, mientras la
ventaja logística de nuestro país sube de valor. De cualquier modo, siguen
haciendo falta las reformas estructurales.
La competencia china, que se agudizará a partir del 12
de diciembre, debe ser un acicate para asumir los retos del presente y el
futuro con responsabilidad, como actores proactivos en el escenario
internacional, y no como espectadores pasivos. Esta es la postura de Coparmex y
la que todos debemos pedir a gobernantes, legisladores y candidatos a puestos
de elección popular.
Defendamos nuestras empresas y los empleos de los
mexicanos, exigiendo reciprocidad y comercio leal; evitando los productos de la
piratería y el contrabando; siendo cada vez más competitivos y comprando los
productos de calidad que se hacen en México.
Un saludo afectuoso.
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