Señal Coparmex 92 – Qué esperamos de los legisladores

Lic. Gerardo Gutiérrez Candiani
29 - Agosto - 2011

Los diputados federales y los senadores tienen una abultada lista de obligaciones y pendientes. A partir del 1º de septiembre, cuando inicia el Primer Periodo Ordinario de Sesiones de su tercer año en funciones, cuentan con tres meses y medio para resolver estos asuntos adecuadamente, y con ello, revertir la pobreza de resultados que hasta ahora acumulan.

Al término del periodo pasado, el 30 de abril, los legisladores sólo habían descargado el 33% de los asuntos ingresados para su resolución desde que inició la Legislatura en el 2009. Posteriormente, incumplieron la promesa de realizar un periodo extraordinario para aprobar reformas que muchos de ellos calificaron de inaplazables.

Se fueron cuatro meses sin avances en los grandes problemas nacionales que requieren acciones legislativas, y entre tanto, surgen nuevos retos.

Como en 2008 y 2009, nuevamente se escuchan voces de alarma de varios legisladores por los efectos de la crisis fiscal y de empleo en los países desarrollados, en particular la desaceleración de la economía estadounidense.

Los legisladores, advierten que no son tiempos para el encono político; que México no debe ser un espectador pasivo y no basta blindarse financieramente, sino que debe impulsarse la competitividad, el mercado interno y la creación de empleo.

Sin embargo, poco hicieron en este sentido frente a la crisis internacional pasada. El Bicentenario de nuestra Independencia fue una oportunidad perdida entre retórica, foros y negociación contaminada por la competencia electoral.

Lo primero que esperamos y pedimos, es que las palabras se lleven a los hechos; que la preocupación que manifiestan los legisladores por los retos del país, se traduzca en aportaciones concretas para superarlos: la actitud republicana y las reformas que están haciendo falta.

Los diputados y los senadores deben ponerse de acuerdo en una agenda de los asuntos a abordar, estableciendo prioridades y compromisos formales frente a la ciudadanía.

Es natural que la negociación de las leyes de Ingresos y Egresos para el 2012 concentrará gran parte del tiempo y espacio legislativo. En los próximos días abundaremos sobre este tema, pero como base, reiteramos la petición de medidas de simplificación fiscal y la aprobación de un presupuesto responsable, que privilegie la inversión sobre el gasto corriente. Cualquier aumento de impuestos es inaceptable.

Coincidimos con quienes llaman a un nuevo acuerdo de coordinación fiscal, pero con una salvedad: se requiere una distribución más justa y eficaz de los recursos públicos, pero también de las funciones de gobierno y las responsabilidades fiscales y presupuestales.

Los estados y los municipios necesitan más dinero, pero también deben recaudar más; hacer un esfuerzo mayor en esta área, para lo cual debe dotárseles del margen de acción necesario. Por el lado del gasto, hace falta más transparencia y rendición de cuentas de su parte, además de límites en materia de endeudamiento, para que no se repitan sorpresas como las que se han presentado recientemente.

Los políticos no deben olvidar que el desafío fiscal no se limita a la repartición del dinero público disponible; hay que incrementar la cantidad a repartir. La reforma hacendaria es fundamental, y esperamos avances en este periodo de sesiones, comenzando por la postura de los legisladores sobre la pertinencia de mantener el régimen ISR-IETU.

La agenda legislativa necesariamente tiene que incluir los temas que deberían haberse resuelto en el fallido periodo extraordinario: En el área económica, es preciso tener claro que entre más se posterguen las reformas estructurales, seremos vulnerables durante más tiempo a los vaivenes económicos del exterior.

Sobre este fundamento, pedimos que se inicie cuanto antes el proceso de análisis, debate y aprobación de la reforma laboral. Que se retome la última propuesta presentada por el PRI, la cual contenía muchos de los acuerdos alcanzados por los sectores productivos. Este es un paso fundamental para recortar el rezago de la competitividad del país y establecer condiciones para la generación de más empleos formales.

Pedimos a los diputados que estudien, enriquezcan y aprueben, cuanto antes, la minuta avalada en el Senado para la Ley de Asociaciones Público-Privadas. Es fundamental para que la inversión en infraestructura fluya en tiempo y forma, sin subejercicios.

A los senadores, los exhortamos a que ratifiquen, lo antes posible, el Tratado de Libre Comercio con Perú, cuidando a los sectores más vulnerables. Esto traerá empleos y divisas a México.

En materia de seguridad, esperamos que en breve se tenga lista la Ley contra el lavado de dinero. Sólo falta la decisión de los diputados, sobre la iniciativa aprobada en el Senado. La Ley de Seguridad Nacional permanece en el mismo estatus. Es urgente un marco jurídico apropiado para las distintas instituciones que pueden intervenir ante las amenazas a la seguridad del país, asegurando el respeto a los derechos humanos.

En el ámbito político, hay que recuperar la iniciativa de reforma del Estado aprobada en el Senado, asegurando un producto final con las demandas más sentidas de los ciudadanos: reelección consecutiva de legisladores y alcaldes, candidaturas ciudadanas, reducción del número de plurinominales, segunda vuelta electoral, mecanismos de democracia directa, iniciativa legislativa preferente del Ejecutivo e iniciativa ciudadana.

Desde luego, en beneficio de todos, urge resolver el nombramiento de los tres consejeros que hacen falta en el IFE, pendiente desde noviembre del año pasado, con todos los riesgos que ello implica, y que se incrementan en la medida que se acerca el inicio de los procesos electorales, en octubre. Coparmex ha propuesto un mecanismo para destrabar la negociación, a través de un comité ciudadano, plural y representativo, que presente a los diputados ternas de candidatos, para una decisión en afirmativa ficta. Esperamos que haya voluntad política.

Amigos de Coparmex: estamos ante el penúltimo periodo ordinario de la presente Legislatura, que inició hace exactamente dos años. El último periodo -del 1º de febrero al 30 de abril del 2012- tendrá lugar en un clima electoral aún más sobrecargado que el actual.

Para fines prácticos, ésta es quizá la última oportunidad de que se aprueben reformas importantes hasta antes de febrero del 2013, ya con otra Legislatura y un nuevo Presidente de la República.

Impulsemos a nuestros representantes a dejar un legado trascendente. Que esta Legislatura no quede como una más, en muchos años de esterilidad legislativa.

Que dé la señal de que los mexicanos podemos ponernos de acuerdo; estar a la altura de los retos internos y externos que se nos presentan.

Convenzamos a nuestros diputados y senadores de dar este paso.

Un saludo afectuoso.

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